NOVENA EN HONOR DEL BEATO SEBASTIAN DE APARICIO
La Novena en honor al Beato Sebastián de Aparicio se consigue en el "Pasaje Catedral" que está atrás de la Catedral Metropolitana, en la Ciudad de México. Muy probablemente en muchos otros lugares donde venden material de lectura y artículos religiosos también.
Ahí hay algunas librerías de temas religiosos católicos. La más cercana a la Catedral es la que me parece tiene mejor surtido, y en ella si encontré material sobre el Beato.
En las otras tiendas del mismo pasaje que manejan literatura religiosa, no tenían nada sobre él ( dic 2021).
Comenzamos con la Señal de la Cruz, buscando un lugar en lo posible silencioso.
PRIMER DIA
(Oración para todos los días)
Las tentaciones
El demonio llevó a Jesús a una motaña muy alta, desde allí le hizo ver todos los reinos del mundo con todo su esplendor, y le dijo: "Te daré todo esto, si te postras para adorarme". Jesús le respondió: "Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a Él solo rendirás culto". Entonces el demonio lo dejó, y unos ángeles se acercaron para servirlo. (Mateo 4, 8-11)
Todos pasamos por momentos confusos, en los que se nos presentan trampas, y se nos hace difícil actuar correctamente. También las llamamos tentaciones. Tentación es todo lo que nos sugiere apartarnos del bien para hacer lo más cómodo, lo más fácil, lo más seguro. Sebastián de Aparicio tuvo que enfrentar las tentaciones en su vida, por eso pidámosle que nos fortalezca para que nunca actuemos por cobardía o comodidad.
LETANIA DEL BEATO SEBASTIAN DE APARICIO
(Para todos los días de la novena)
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros (se repite después de cada invocación)
Dios Hijo, Redentor del mundo,
Dios Espíritu Santo,
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros (Se repite después de cada invocación)
Beato Sebastián de Aparicio,
Patrono nuestro,
Por nuestra salud, te pedimos,
Por el trabajo que nos permita vivir dignamente,
Por a fecundidad de nuestros esfuerzos,
Por los inmigrantes y emigrantes,
Por la paz y la justicia,
Por nuestros seres queridos,
Por el amor de nuestras familias,
Por nuestros temores,
Por la paz interior,
Por la seguridad para elegir la vocación,
Por nuestras crisis espirituales,
Por los momentos de soledad e incomprensión,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Perdónanos, Señor,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos, Señor,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Ten piedad de nosotros.
ORACION FINAL
(para todos los días)
Señor Dios, tu bondad y poder se manifestaron en la vida de tus santos. Con todo mi corazón te pido que sea canonizado el Beato Sebastián de Aparicio, ya que su vida estuvo consagrada a tu servicio y amor, para que conociéndolo, las personas puedan amarte más y darte gracias. Amén.
Padre Nuestro y Ave María.
SEGUNDO DIA
(Oración para todos los días)
La dificultad económica
Jesús dijo: "No se inquieten, diciendo: ¿qué comeremos, que beberemos, o con qué nos vestiremos?.
Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan. Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura. No se inquieten poe el día de mañana: el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción". (Mateo 6, 31-34)
Cuando el trabajo escasea, las necesidades crecen, y se acumulan las dudas, resulta particularmente difícil no preocuparse. Pero Jesús quiere que trabajemos confiando en que Dios nos dará lo necesario. El Beato Sebastián pasó por momentos de necesidad, porque no le alcanzaba el dinero que ganaba con sacrificio para sostener a sus padres. Sin embargo no dejó de esforzarse, poniendo su trabajo con confianza en manos de Dios.
Letanías y oración final.
TERCER DIA
(Oración para todos los días)
El destierro
Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo". José se levantó tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerete de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del profeta "Desde Egipto llamé a mi hijo". (Mateo 3,13-15)
Para muchas personas es doloroso dejar su patria o su ciudad, para ir a vivir lejos de sus amigos y seres queridos. Adaptarse a costumbres distintas y lugares poco coocidos. Cuando Sebastián de Aparicio se radicó en México, quiso hacer de este país su casa, y por eso trabajó la tierra, le brindó su esfuerzo, hasta llegar a quererla como propia.
Démosle gracias en este dia por su entrega que hizo crecer esta tierra.
Letanías y oración final.
CUARTO DIA
(Oración para todos los dias)
Trabajar por la justicia
Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discipulos se acercaron a Él. Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo: "Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Felices los que son perseguidospor practicar la justicias, porque a ellos pertenece el Reino de los Cielos".
(Mateo 5, 1-2. 6. 9-10)
En nuestro país, el Beato Sebastián vio personas que sufrían: eran los más pobres, los que quedaban marginados de los mejores empleos, y debían transportar mercadería sobre la espalda, como animales de carga. Conmovido y comprometido con la gente, puso manos a la obra para mejorar las condiciones del transporte y de los trabajadores. Pidámosle hoy que nos enseñe a trabajar en nuestro lugar, por la justicia.
Letanías y oración final.
QUINTO DIA
(Oración para todos los días)
La pérdida de los seres queridos.
María llegó a donde estaba Jesús, y, al verlo, se postró a sus pies y le dijo: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto". Jesús, al verla llorar a ella, y también a los judíos que la acomoañaban, conmovido y turbado, preguntó: "¿Dónde lo pusieron?". Le respondieron: "Ven, Señor, lo verás". Y Jesús lloró. Los judíos dijeron: "¡Cómo lo amaba!". Entonces Jesús gritó con voz fuerte: "¡Lázaro, ven afuera!". El muerto salió con los pies y las manos atadas con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: "Desátenlo para que pueda caminar". (Juan 11, 32-26. 43. 44)
Siendo ya grande, Aparicio sufrió la pérdida de sus padres. También Jesús lloró ante la muerte de su amigo Lázaro, porque, como dice el Evangelio, lo amaba. En los momentos de dolor, Dios quiere que recordemos que Él nos creó para la vida eterna. Jesús dio la vida para abrirnos la puerta al cielo: es decir que todos resucitaremos, y que nuestros seres queridos difuntos continúan unidos a nosotros, ayudándonos desde el cielo.
Letanías y oración final.
SEXTO DIA
(Oración para todos los días)
El rechazo
Despreciado, desechado por los hombres, abrumado de dolores y habituado al sufrimiento, como alguien ante quien se aparta el rostro, tan despreciado, que lo tuvimos por nada. Pero él soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias, y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado.
Mi Servidor justo justificará a muchos y cargará sobre sí las faltas de ellos. (Isaías 53, 3-4. 11b).
Cuando fue propuesto para ingresar a la orden, muchos religiosos rechazaron a Sebastián de Aparicio por su edad avanzada. Hay muchos momentos en que nos enfrentamos al abierto rechazo de las personas de corazón cerrad, o al menos, a la indiferencia. En estas situaciones, aferrémonos a Jesús. El nos consolará porque nos ama profundamente, y nos mostrará la misión especial, única, que nos tiene destinada.
Letanías y oración final.
SEPTIMO DIA
(Oración para todos los días)
Las tareas humildes
Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú, y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: "Déjale el sitio", y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar.
Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte ne el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: "Amigo, acercate más", y así quedarás bien delante de todos los invitados.
Porque todo el que ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado". (Lucas 14, 8-11)
La tarea más humilde puede ser la más importante ante los ojos de Dios, porque ella no conlleva premios ni reconocimientos, pero en cambio está hecha con mucho amor y cuidado.
A Sebastián de Aparicio lo pusieron a realizar las tareas más humildes del convento. Sin embargo, él no se desanimó, y juntó leña, peló verduras con tanto empeño como el que había dedicado a abrir caminos y a hacer grandes negocios.
Letanías y oración final.
OCTAVO DIA
(oración para todos los días)
Las crsis espirituales
Junto con Jesús iba un gran gentío y él, dándose vuelta, les dijo: "Cualquiera que venaga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su nujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no cargue con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.
¿Quién de ustedes, si quere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con que terminarla? De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo". (Lucas 14, 25-28, 33)
Cuando se nos presentan las dudad de Fe, o dudas acerca de nuestra vocación, o camino, es fácil que nos invada la angustia. También ese dolor le tocó a nuestro amigo Sebastián, y él nos dejó un modelo acerca de como actuar en esos casos: rezar mucho, pedir consejo, reflexionar con calma y madurez, y ponerse en manos de Dios que conoce nuestro furturo, y sabe lo que es mejor para nosotros.
Letanías y oración final.
NOVENO DIA
(Oración para todos los días)
¿Quién podrá separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones, las angustias, la persecución, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada?
En todo eso obtenemos una amplia victora, gracias a aquel que nos amó. Porque tengo la certeza de que ni la muerte ni la vida, ni lso ángeles ni los principados, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes espirituales, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor (Romanos 8, 35. 37-39)
Los últimos días del Beato Sebastián estuvieron marcados por le sufrimiento. La hernia le produjo dolor por muchos años, y su vejez le causaba molestias. Todos nosotros pasamos seguramente por tiempos de enfermedad, dolor y ancianidad. Pidamos a este hombre santo que nos proteja de todo mal, que alivie en cada momento nuestros sufrimientos, permaneciendo a nuestro lado, consolándonos en toda situación.
Letanías y oración final.
(Martín Borboa Gómez)